Todos los que me conocen saben que no soy especialmente "futbolero". He visto algún partido, como la final del Mundial y ese minuto 116 en el que Iniesta pasó a la historia, pero no cambio mis planes ni organizo mi tiempo en función del fútbol. Es más, en muchas ocasiones, aprovecho cuando hay partidos para ir al cine o ir a comprar, con la certeza de que todo estará más tranquilo.
No obstante, una cosa no quita la otra. En Bogotá, desde hace unos días, se está celebrando el Mundial de Fútbol Fifa Sub20. Este evento, como todos los amantes del deporte rey saben, es el segundo más importante después de Mundial en Sudáfrica. Es realmente increíble el ambiente que se vive. En la calle, cientos de personas visten la camiseta de la selección colombiana. Todos los medios de comunicación cuentan anécdotas, historias de las diferentes selecciones y los estadios están prácticamente llenos. Ya se ha superado el millón de entradas vendidas y pronto se superará el récord de ventas en un Mundial Sub20. Hablar del mundial es hablar de alegría. Se respira la emoción, sobretodo, cuando juega la selección nacional. Pero también cuando lo hacen selecciones cercanas al país como España y Francia cuyos partidos baten cuotas de pantalla en televisión.
Y por ahora, todo en un ambiente de fiesta. Para estos días, Coca Cola Colombia ha lanzado un anuncio espectacular, como casi todos los que hacen. Y a mí, como forofo de la marca, me encanta.
No obstante, el anuncio oficial del Mundial Sub20, tampoco se queda atrás. No sólo promociona el evento sino también al país.
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