sábado, junio 12, 2010

En Buenos Aires.



Buenos Aires no defrauda. Cuando Facundo Cabral decía que Buenos Aires era la ciudad más americana de Europa y la más europea de América, tenía razón. Caminar por Corrientes o por cualquiera de las calles del Centro es como hacerlo en una ciudad que es una mezcla entre Madrid y cualquier ciudad francesa o belga. Un aire extraño, raro. El acento porteño, o reporteño, lo invade todo. Hoy llueve en Buenos Aires, el cielo está oscuro y no dejo de pensar en aquello que, hace años, también le oí a Facundo sobre su amado Buenos Aires: "Los viejos se creen europeos y los jóvenes norteamericanos. ¿Cómo va a funcionar un país en el que nadie está en su lugar?" Pero...¿cómo no creerse europeo en una ciudad que hoy, con este cielo encapotado, se parece más a Bruselas que a la américa criolla?

Ayer comencé mi agenda de trabajo en la Universidad Austral. Conferencia titulada "Derecho de la libre competencia y concentraciones económicas. Una perspectiva europea". Compartí mesa con el Presidente de la Comisión Nacional de Competencia Argentina. Un hombre ameno y divertido. Creo que, a pesar del tema, nadie se aburrió. Empecé con un cuadro de Goya como alegoría del Antitrust Law y terminé con una anécdota de Jefferson. En medio, la evolución de las concentraciones en Europea a la luz del derecho de la competencia y la evolución de la estructura del mercado. ¿Alguien da más en cincuenta minutos? El lunes, mucho más.

P.D: Arriba en la mítica Plaza de Mayo.

No hay comentarios: