Es increíble como pasa el tiempo. En 1986 yo era un niño de 11 años y recuerdo la espectación que, cada diciembre, generaba el programa de fin de año que en la televisión pública protagonizaban Martes y Trece. Aquellos "sketchs" hoy son auténticos clásicos. Pero hay uno que, todos los que éramos niños en aquella época, seguimos recordando: El de las empanadillas. Hoy, un viejo amigo me ha enviado el enlace de youtube y me he vuelto a reir. ¡Y han pasado 24 años!. Vean el video y miren las pintas de las señoras. Años ochenta en estado puro. Y fíjense en ese teléfono. Un objeto que asocio a mi infancia. Es el mismo teléfono que, cuando los dibujos animados en televisión se retrasaban y me quejaba a mi padre creyendo que no los pasarían, él cogía con decisión y "llamaba" a la "tele" para que los pusieran. Mágicamente, minutos después, comenzaban. ¡Qué fantásticos recuerdos de infancia! Cuando he visto este video, al igual que ocurre con los olores que desatan una cadena de recuerdos, he vuelto a revivir aquella noche de fin de año con mis padres. Y he vuelto a sentir cómo era sentirse un niño.
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