lunes, mayo 26, 2008

En Bogotá. Ayer viví un temblor.

Estoy en Bogotá, Colombia. El tiempo es fresco y la lluvia no ha dejado de caer de manera ininterrumpida durante casi cinco días. Miro por la ventana, salgo al jardín del "condominio" y a lo lejos puedo ver los cerros andinos que se levantan imponentes abrigando la ciudad. Mientras me llevan a la Universidad y circundo el tráfico bogotano, impregnado de diminutos taxis amarillos que desde una visión aérea salpican el verdor terrenal, siento como circulara en medio de un bosque que el hombre ha transformado.

Ayer por la tarde, a mi regreso, me encontraba en la lavandería y, de repente, el suelo comenzó a vibrar. Las camisas, pantalones y demás prendas que se encontraban colgadas en el comercio comenzaron a balancearse como si quisieran jugar con nosotros. Idéntica sensación a cuando un tren pasa muy cerca y te transmite una vibración intensa. Todo el mundo salió de los comercios y algunas mujeres comenzaron a llorar por el miedo. La situación duró treinta segundos. Los edificios, en esta zona, están construidos con sistemas antisismo. Estos sistemas permiten que los edificios tiemblen para, así, evitar en su caso el derrumbe. A mayor altitud, mayor sensación de movimiento. Quienes estaban en los pisos altos sintieron el temblor unas diez veces más que quienes estábamos en la calle.

Se vivieron unos momentos de expectación. De manera inmediata la televisión se hizo eco de la noticia, comenzaron los especiales y todos los transeúntes se arremolinaron en torno a ella. Al contrario que en España, en Colombia, es posible ver televisiones en muchos comercios y aquí, este medio de comunicación, más que un instrumento es una religión. Pronto supimos que el epicentro se situaba en los departamentos de Meta y Cundinamarca, este último, el Departamento en el que se sitúa geográficamente Bogotá -políticamente es un Distrito Capital-. El temor a las réplicas no tardó en llegar ni éstas en producirse. No obstante, fueron réplicas débiles apenas perceptibles. El temor ya ha pasado.

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